Los impactos del cambio climático en el Mediterráneo

22/02/2017

El cambio climático en el Mediterráneo ha centrado la charla de la segunda sesión del ciclo Historias del Mediterráneo III: el Mediterráneo del próximo siglo. El Dr. Damià Gomis, catedrático en el área de Física de la Tierra de la Universitat de les Illes Balears (UIB), e investigador adscrito al Instituto Mediterráneo de Estudios Avanzados (IMEDEA, UIB-CSIC) ha hablado sobre los cambios de temperatura y del nivel del mar observados en las Illes Balears. Conocer estos cambios y poder adelantarse a su aparición es esencial para poner en marcha estrategias de adaptación frente al cambio climático, una información especialmente relevante en un entorno como Baleares.

 

La importancia del estudio del clima

El clima ha sufrido variaciones a lo largo de la historia debido a diversas causas naturales, como cambios en la órbita de la Tierra o los movimientos tectónicos. En la actualidad estos cambios en el clima a escala global suceden con mayor rapidez. Un mundo industrializado tiene como consecuencia que las concentraciones de los gases de efecto invernadero hayan aumentado, siendo la principal causa del calentamiento de la atmósfera y el océano, provocando la disminución de las cantidades de hielo y el aumento del nivel del mar.

 

El nivel del mar y el aumento de la temperatura, indicadores clave del cambio climático

El Dr. Gomis ha presentado las conclusiones de los últimos estudios sobre el Mediterráneo que apuntan que en el año 2100 la temperatura de sus aguas será entre 2 y 3,5 ºC más alta que la actual y que el nivel del mar estará entre 50 y 80 cm más alto que a día de hoy. ¿Cómo influirá esto en las playas, puertos y ecosistemas costeros de las Islas Baleares? Damià Gomis ha asegurado que “las playas naturales serán las que tendrán más fácil adaptación al cambio: si no han sufrido la urbanización de su entorno sencillamente retrocederán. En cambio, aquellas que ya tienen una pared de hormigón que no les permitirá el retroceso, pueden quedar sumergidas con el paso del tiempo, o con una franja de arena muy escasa”. Estos cambios previstos también provocarán problemas importantes en los puertos y los diques debido a que las olas “no serán más grandes, sino que vendrán superpuestas sobre un nivel del mar más elevado, aumentando la cota de inundación” ha afirmado Gomis.

Las proyecciones y los modelos de predicción del clima actuales muestran que el Mediterráneo, en menos de cien años será un mar de aguas mucho más calientes. El impacto previsto es la migración o la substitución de especies. Gomis ha señalado que puede conducir incluso a la mortalidad de algunas de ellas, especialmente de las praderas de Posidonia, cuya principal amenaza no es una subida de la temperatura media, sino los episodios de temperaturas extremas que superen los 28 grados durante varios días, lo que puede llegar a ser mortal para esta planta.   

Las soluciones, según ha explicado el investigador, pasan por cambiar el modelo económico y modificar los hábitos de la sociedad. La factura ambiental de la industrialización es muy alarmante en Baleares, una comunidad sin presencia de grandes industrias pero donde la producción de energía eléctrica y el transporte suponen un grave impacto por las elevadas emisiones que producen. De ahí radica la necesidad de implicar a investigadores, instituciones y a la ciudadanía para reducir los impactos del cambio climático en el Mediterráneo del siglo que viene.

 

 

La próxima cita será en CaixaForum Palma el jueves 23 de febrero con el Dr. Lluís Gómez-Pujol (ICTS SOCIB) que hablará del papel de las playas, las herramientas y tecnologías para profundizar en su conocimiento, así como el papel de la ciencia y la tecnología al servicio de su conservación.

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